Somos jóvenes y, creo que para muchos, sobre nuestras espaldas va la gran responsabilidad que implica vivir en la era de la información y ser hasta cierto punto, los dueños y creadores de muchos de los espacios para expresarnos de manera “gratuita”, sin censura, para crear, modificar, enviar y reenviar una gran cantidad de datos que puede dar la vuelta al mundo no sólo una vez, sino girar en torno al planeta como si se tratara de un astro más, abierto y visible a quien quiera consultarlo.
Para el español Manuel Castells, quien acuñó el término
Poder, todo es sobre el poder. Entonces, ¿qué tiene qué ver esto con la influenza? ¿Acaso quién tiene más “poder” para no ser contagiado? No… no, precisamente. Como si fuéramos participes de un gran laboratorio (por decirlo de alguna manera) somos parte de fenómenos y procesos que influyen directamente en nuestras actividades cotidianas, en aquellas que hacemos nuestras y en las que decidimos sólo nosotros. Dentro de los nombres con los que han etiquetado los tiempos que vivimos y señalado de estos muchas características, sobresale la cualidad, en toda consecuencia, de global a casi cualquier cosa, es decir: los conflictos bélicos traspasan fronteras físicas, el impacto del precio del dólar o el euro en los países en desarrollo, el concierto del Live 8 de manera simultánea en los 8 países del G8 y Sudáfrica o la música que todo tipo de bandas cuelga en MySpace…
El caso de
Los mails al respecto tampoco se hicieron esperar. A mi bandeja llegaron varios (lamentablemente sin firma) que hablaban de cuestiones como la legalización del consumo de droga, el Northcom en México o el préstamo que el Fondo Monetario Internacional aprobó para nuestro país. Sí, sin firma pero con información de apoyo, fuentes que se pueden consultar para corroborar la veracidad de lo que una persona decidió escribir y que se reenvió por los lectores. También, me fue enviado varias veces el link para ver un cortometraje de Naomi Klein y Alfonso Cuarón, dirigido por Jonás Cuarón, The shock doctrine, basado en el libro de Klein publicado en 2007.
Mi intención no es contradecir las sugerencias que se hacen para prevenir el contagio ni la información que
Mi intención es sugerir el uso de las herramientas a las que tenemos acceso, corroborar, discutir, compartir, elegir. No implica que abandonemos nuestro correo electrónico o a nuestros amigos en las redes sociales o en el Messenger; se trata de ir más allá: ¿te interesa saber por qué son gratuitos muchos espacios que hacemos nuestros; qué determina la publicidad o la información; quién la maneja, quién la redacta; qué ampara los términos legales de uso de un sitio; quién lo creó? Infórmate, te sorprenderás con la información que hay detrás de lo que hacemos.
¿O tú qué opinas? Ya sabes que esperamos tus comentarios y sugerencias. ¡Hasta la próxima!
=)