México, D.F.— Es raro encontrarse con algo tan real y maravilloso como la banda Girls. Christopher Owens y JR White, quienes dan vida a este proyecto, estaban destinados a encontrarse como las más sinceras almas gémelas del rock and roll en estos tiempos modernos de ironía y sarcasmo. Aunque esto les pueda sonar aventurado, está más cerca de la realidad de lo que parece…
No podemos hablar de Girls sin mencionar el pasado único de Christopher, quién nació en el corazón de un culto religioso llamado Los Hijos de Dios, fundado en California en 1968. Como parte de esta secta, Chris pasó su infancia viajando alrededor del mundo, asistiendo a largas sesiones de tuición religiosa, alejado y protegido del mundo exterior. En palabras de Chris: “pensaban que era posible ocultarnos muchas cosas y enseñarnos otras que nos harían felices y perfectos hijos de Dios. Pero no se puede controlar a las personas de esa manera”.
La historia completa del tiempo de Chris en esta secta religiosa, la cual incluye historias de suicido y prostitución y un eventual viaje a Texas, dan para un largo relato que se contará en otra ocasión. Lo que es claro es que estas experiencias no son simples historias de fondo, sino que la vida de Chris en Los Hijos de Dios tuvo un profundo impacto en su manera de componer. Fue dentro del culto donde él aprendió a tocar. Jeremy Spencer, miembro de la secta y guitarrista de Fleetwood Mac, le regaló su primer instrumento de seis cuerdas. Durante su estancia en Los Hijos de Dios Chris fue expuesto a una infinita y compleja gama de sonidos: desde las canciones que se componían dentro del culto hasta la “sancionada” música popular. Así, fue conociendo, a hurtadillas, a bandas como The Everly Brothers, Guns ‘n Roses y Michael Jackson
“En realidad el culto estaba basado primordialmente alrededor de la música” comenta Chris, “gran parte de la música de Girls posee un sonido que es similar a la música del culto de Los Hijos de Dios, hay una calidad espiritual. A pesar de que no soy una persona religiosa, y sigo en contra de toda la experiencia en el culto, esa calidad espiritual existe y la puedo sentir cada vez que cierro los ojos y la música me transporta a otro lugar”.
Al cumplir 16 años Christopher decidió abandonar el culto y seguir una ruta desde Texas hasta San Francisco, ciudad que adoptó como nuevo hogar. En esa ciudad, Christopher se enamoró de la comunidad musical local y comenzó a tocar junto con Ariel Pink y Holy Shit. Finalmente, es ahí donde Christopher conoció al productor y músico Chet “JR” White. La conexión musical entre ambos fue instantánea, compartiendo anécdotas, departamento, y a la postre, muchas canciones.
Así como The Velvet Underground transmite la electricidad de Nueva York, y las canciones de The Smiths empapan con la lluvia de Manchester; Girls captura el sol tenue y la atmósfera cálida de San Francisco. La banda californiana hace música que glorifica la adolescencia, etapa en la cual se vive una confusión llena de esperanza y un amor que es tan fuerte que hiere.
En Album encontrarán temas que retoman el templete de perfecto pop que fue perfeccionado por Brian Wilson con una capa narcótica de confusión y psicodelia. También, detectarán surf-pop de los cincuentas, psicodelia sesentera y shoegaze ochentero, todo entremezclado y envuelto por la influencia única de San Francisco, ciudad donde siempre sale el arcoíris después de la lluvia. El disco incluye canciones de anhelo, como “Lauren Marie”, y de dolorosa reflexión, “Lust For Life”, que buscan darle un sentido a nuestras rutinarias vidas.
Album es un ciclo de canciones acerca de los diversos personajes y deseos que colorean la vida de Chris y JR. Cada canción cuenta una historia, que puede ser descorazonadora, o tener dejos de esperanza, a veces maliciosa y otras lastimera, pero siempre honesta. Un disco debut sorprendentemente confiado, Album le paga tributo a la majestuosidad de la música pop y al poder redentor del rock.
Girls se encuentra actualmente en una extensa gira por la unión americana, compartiendo escenario con actos indie de la talla de Los Campesinos! y The Pains Of Being Pure At Heart. El año pasado Pitchfork incluyó su canción “Hellhole Ratrace” en la lista de las mejores 100 canciones del 2008.
Escucha su sencillo: "Lust for Life".