Las luces se apagan, una obscuridad expectante inunda a un público propenso a la sorpresa. En medio del obscuro, una luz se enciende, es uno de los 64 globos blancos de helio que danzan y saltan al ritmo de sonidos dirigidos por Robert Henke y Christopher Bauder, es el inicio de Atom.

Atom, es una instalación sonora de estos dos artistas elecroacústicos alemanes que presentaron en el Festival Internacional Cervantino. Los globos de helio representan átomos en un entramado molecular que se alinean en diferentes formas, saltan, se acumulan, giran y se dispersan a diferentes ritmos, como ondas luminosas que conforman imágenes propias de la tridimensionalidad, y texturas oníricas que despiertan en el espectador la más genuina de las emociones estéticas e innovadoras.

A través de esta pieza, Henke y Bauder exploran las posibilidades de la música y las artes visuales, desafían todas las convenciones del público: los sorprenden, enamoran y emocionan al exigirle la concentración de todos sus sentidos en unos pocos pero fascinantes elementos en la búsqueda de la armonía entre objetos, luz y sonido. Los distintos momentos de la pieza que representa fases de un desarrollo, avivan sensaciones también distintas entre progresiones y transgresiones de calidad poética.

Las sensaciones que produce el espectáculo, oscilan entre la sonoridad, el ingenio, la luz y la imaginación. De tal forma, se percibe la concepción de estos artistas audiovisuales de la música en una estrecha relación con el espacio y sus dimensiones y, por supuesto, la búsqueda de elevar la experiencia del espectador transportándolo a un universo emocional y sensitivo de mayor complejidad.

“Esperamos que la audiencia experimente solamente los globos flotando de manera que cuando las luces se apaguen, desaparezca esta sensación de tecnología detrás y quede una experiencia frágil y poética. No se trata de lograr una demostración tecnológica sino de un trabajo artístico que trascienda los medios tecnológicos para realizarlo” afirmó Henke en conferencia de prensa, idea que comparte plenamente con su compañero en este proyecto que hace confluir varias disciplinas del arte contemporáneo: las artes visuales, las artes plásticas y el arte sonoro.

“Atom” es un ejemplo de la explotación de las posibilidades del sonido mediante medios electrónicos como herramientas para desarrollar el trabajo y para exponer los conceptos de un arte en renovación por parte de dos artistas propositivos de nuevas formas de creación artística. “Idealmente espero que la audiencia pueda olvidarse de todo el entorno y concentrarse en estas esferas flotantes y sus transformaciones de luz, sonido y música” dijo Henke con lo cual consolida la calidad artística de este proyecto y le confiere un fuerte poder hipnótico que la audiencia aplaude con asombro.