DLD@Caradura
Posted by
Redacción
on 11/01/2011 03:11:00 a. m.
Texto: Axel Barcénas "El rumor"
Fotos: Azul Ramírez
La noche del sábado 29 de octubre, el Caradura Stage Bar fue el anfitrión de DLD quien llevó al público sus más grandes éxitos, para ser coreados entre cervezas y alaridos.
El reloj marcaba las once, en una noche que aún le pertenecía sábado. El frío era imperceptible ante el calor que se regodeaba dentro del Caradura. Pasada la puntualidad de las once, el escenario del lugar se vio engalanado con la presencia de Estirpe, agrupación española que le puso el sabor internacional a la noche. Con su peculiar estilo, interpretaron temas como mi revolución y el color de mi voz, siendo estas de las más conocidas por el público mexicano. Estirpe, en su papel de telonero se retiro del escenario dejando una hervidero en el Caradura esperando estallar con DLD.
La noche fue arrebatada del dominio sabatino y pasó a estar en manos del domingo que con sus primeros 40 minutos le dieron entrada a DLD en el escenario del número 73 de la colonia Condesa.
Francisco Familiar, Erick Neville, Edgar Hanse y Rodrigo Vieyra se plantaron en el escenario del Caradura y rellenaron los vasos vacios del público, al tiempo que alejaron toda impaciencia. Lo que había dejado Estirpe hecho un hervidero, estallo en júbilo con la canción la llamada, cuya magistral interpretación de Paco Familiar anuncio el inicio de una gran velada de rock nacional.
La locura estallada le dio entrada al tema "1° de octubre", tema perteneciente al disco Por encima, en lo que Paco y sus compañeros se acercaban al público y volaban de un lado al otro del lugar, sin embargo, la gente simplemente los observaba, como si la música, el cansancio de la espera o las cervezas de más, los mantuvieran en un trance que continuo hasta loco corazón.
“Cómo se la están pasando cabrones” dijo Neville antes de colocarse al hombro el talib que sostenía su guitarra acústica. El sonido acústico que emanaba de la guitarra de Erick Neville puso el sentimiento en el lugar, un sentimiento que erizó la piel con temas como "A/C", "Prevenir/lamentar" y "Ventura".
Los minutos pasaba uno tras otro, como los vasos vacios que decoraban las mesas, mientras, en las bocinas temas como son "015", "Devuélveme", "Se va" y "Pídele al tiempo" provocaron las copas en el aire, así como la locura presente materializada en gritos y movimientos rítmicos de lado a lado que hacían una marea de personas impulsadas por el rock de DLD que ante el derroche de energía parecían no querer “volver por la mañana” pues “la saliva quemaba” el micrófono enmarcándolo en llamas de pasión.
El estallido instrumental que provocó "Dixie", fue el ejemplo claro de la noche tan llena de energía que se desenvolvía dentro del Caradura. “Esta es una noche subliminal”: coreaba la gente al ritmo de la canción que inundaba el cuarto oscuro donde parecían todos conocerse al cantar al unisonó: “Y vuelas libre a donde tu mente lo pide”.
El himno que le canta al amor y su adicción fue interpretado por DLD en la canción un vicio caro es el amor, tema en el cual afloraron los sentimiento de una multitud que sacaba las frustraciones acumuladas durante la semana. Las frustraciones se vieron arrebatadas del Caradura de manera definitiva con un homenaje póstumo que se realizo con la canción "Suicidio numero 3".
Como todo inicio de cuento con un final feliz, DLD cerró con broche de oro la presentación en el Caradura “Muchas gracias cabrones, nos vemos pronto” afirmo Familiar antes de interpretar el primero de sus dos temas finales. Enculado fue el primer tema que, con un estrepitoso sólo de batería, preparo a los fans de DLD para un cierre que ante la gran presentación ya era esperado.
Por siempre, fue el tema que le puso el sello al sobre, bautizado con el nombre de un cuarteto de rockeros oriundos del DF. “y todo vuelve a colapsar”: entonaba el público ante la llegada del éxtasis de la noche. Y una vez más el Caradura fue partícipe de una gran noche llena de estrellas y rock’n roll agradecido con los presentes no le queda más que decir, con un estado alejado de la sobriedad… “y todo vuelve a colapsar”.