En
la escena
actual de
la Ciudad
de México
es difícil,
y por
lo tanto
admirable,
encontrarse con
músicos como
Juan Cirerol,
originario de
Mexicali y
digno exponente
del corrido
mexicano
contemporáneo.
No es
difícil advertir
la sencillez
y humildad
de su
trabajo, en
su guitarra
y letras
al igual
que en
sus
presentaciones en
vivo, capaces
de transformar
nuestra
concepción de
aquella música
monótona y
atiborrada de
fórmulas a
la que
estamos
acostumbrados.
La
poesía es
parte fundamental
de la
belleza de
estas increíbles
creaciones,
narrándonos
historias que
fácilmente se
ligan con
nosotros,
transformando las
andanzas del
día a
día en
hermosa música,
con un
estilo único
al cantar,
una voz
gestual, que
pareciese que
nos platica,
e impregnada
de emociones
que
inmediatamente
nos contagian.
Algo digno
de resaltar
es la
magia de
las rimas,
impredecibles,
que dan
giros
sorprendentes y
nos hablan
de un
estilo de
vida, de
travesías y
tanto del
amor funesto
como del
bueno.
Sólo
bastan una
guitarra y
el canto
honesto de
un hombre
que sólo
busca reflejar
lo que
siente. Juan
Cirerol es
un genial
heredero de
la música
tradicional
mexicana, y
además
prolífico, lo
cual se
convierte en
una ventaja
única de
pocos creadores
de estos
tiempos. Ofrenda
al Mictlán
no sólo
es un
magnífico disco,
sino también
firme testimonio
de que
la belleza,
la música
y la
verdad, esas
claro que
no morirán.
Puntuación: 8.5
La Banqueta
Como La Ves Carnal
Si
Si
La Chola
Clonazepam
Blues
Crema
Dulce
Maldita Maestra
I Love You
Toque
Y Rol
Claro Que No Moriré
Hace
Mucho Calor
Monterrey
Mi
Rostro
Vida De Perro
Yo Por Eso Me Retracto