Texto y fotos: Gus Galván
"Gracias a todos por venir, esta es mi abuela y me acompañará toda la noche" mencionó señalando la hebilla de su cinturón que contenía la fotografía de su familiar. El espectáculo dio inicio con la muerte de la Megabizcocho que, al llegar al inframundo es recibida por Carlos Monsivais, el que será su guía en este viaje.
El espectáculo cumplió, fueron más de seis los cambios de vestuario que hizo Regina; a cada cambio correspondía una interpretación musical relativa a la muerte. El setlist fue impecable, bien escogido y sobre todo bien ejecutado por la interprete. La interacción fue sorprendente, Regina Orozco supo hacernos reír, llorar y reflexionar, sobre todos los aspectos relativos con el deceso de los seres queridos.
Sin duda, fue una manera distinta de celebrar o culminar la celebración del culto a los muertos, pero sobre todo, fue una digna ofrenda a Carlos Monsivaís realizada por la soprano; sutil pero elegante.