Txt: Rapúnkzel Rock On!
Fotos: Toni Francois
Impecable podría no ser suficiente para describir la ejecución de Hello Seahorse en vivo. En un Metropolitan abarrotado, foro que además encajó a la perfección con la elegancia sonora de la banda, la noche tuvo el poder de los diamantes, que a pesar de su rectitud logran destellar, embelesar con radiante belleza y distinción.
Algo muy interesante de la velada es cómo se refleja el desarrollo de la banda, es evidente que se han reunido en diversas ocasiones para seguir trabajando cada pieza, logrando arreglos únicos en vivo, sin alejarse necesariamente de la estructura que presentan en sus grabaciones.
El show comenzó con “Ginebra Dulce”, a diferencia de otros conciertos, continuando con “7 días”, causando la bellísima Lo Blondo la euforia de los asistentes más próximos al escenario con sus dulces paseos de canto, esa voz insuperable que alcanzaba todos los matices y tonos. En esta pieza el percusionista también empieza a llamar la atención gracias a esa enorme y peculiar pasión con que la ejecuta.
Acompañando a “Perla Blanca”, una satinada esfera rodó entre el público, ilustrando a la pieza. Ya para esos momentos Lo Blondo manifiesta una dinámica actitud en el escenario, dejando la impresión de estar “como en casa”, desenvolviéndose grácil en todas direcciones con su encantadora presencia.
El dulzor de la noche aumenta con el exitoso sencillo “Después”, que mantiene la intensidad de los ánimos, aunque cuando empieza a sonar “Casa Vacía” y los centenares de voces se unen la atmósfera adquiere un tono distinto, una serenidad que nos conecta a todos, continuando “El Segundo” en cuya pausa el carismático “Bonnz” sigue el ritmo de la pista en silencio y marca con intensidad la presencia de una potente batería como la que siempre lo ha acompañado.
Y llega un momento A capella con “Criminal”, que tuvo el poder de conmover a muchos, incluyéndome, que con lágrimas en los ojos nos dejábamos envolver por la magia de tan delicado y breve momento, de esa voz que funcionaba como guía, con palabras que ya conocíamos pero que estremecían al escucharlas de nuevo en tan hermoso ambiente. “Y si mañana ya no existo quiero poder decir: por lo menos lo conseguí”, concluye para dar pie a una de las ovaciones más grandes de la noche.
Como la mayor sorpresa empieza a sonar “Atardecer en Parapent”, debido a que pertenece a uno de sus primeros materiales “...And the Jellyfish Parade” y habiendo, en lo personal, pasado años para escucharla nuevamente en vivo.“Miércoles” presume varios arreglos en los que la voz protagonista alcanza nuevos niveles, concluyendo en una grandiosa secuencia que, por alrededor de dos minutos, la lleva al límite, pero sin dar señales de cansancio o quiebre. Es una de las voces más sensacionales que he escuchado.
“Oro y Plata” da pie a un pequeño episodio de serenidad, otorgándonos Lo Blondo unas bellas palabras emocionadas al escuchar tantas voces siguiendo a la suya, continuando “Fieras” en acústico, como estamos acostumbrados a escucharla, incluyendo con un toque travieso unos dulces aullidos en la última parte.
Emocionados reconocemos a “El Recuerdo”, un poco más lenta pero sin perder esa magia que nos invita a envolvernos en ella, a dejarnos llevar como hizo con la bellísima Lo Blondo al empezar a girar una y otra vez en el escenario.
Como en un torbellino sonoro, se distingue el comienzo de la siguiente pieza, esas mezclas características de un experto como Oro de Neta que, casi como un alquimista, reúne una enorme diversidad de sonidos y atmósferas en los momentos y cantidades precisos. Es aquí cuando inicia “Bestia” con ese fulminante poder suyo que causa que Lo Blondo baje del escenario y se mantenga unos instantes en la última sección donde los espectadores intentan abalanzarse sobre ella emocionados. Nos ofrece el micrófono y las voces lo hacen estremecer.
Entonces vuelve a sonar “Criminal” pero más cercana a la forma en que la conocemos. “Todos aquí somos amigos” es lo que dice la excepcional vocalista después de un honesto agradecimiento a los asistentes, dando pie a “Un Año Quebrado”, donde el público, a pesar del impedimento de las butacas, empieza a saltar con la canción. Suena el acorde de una guitarra y adivinamos que se trata de “Velo de Novia”, pieza heredera de baladas tradicionales mexicanas, coreada por los cientos de voces que la esperábamos entusiastas, concluyendo con un sorprendente juego de escalas en la voz de Lo Blondo.
Una secuencia nos da la pista de la siguiente canción, que es acompañada por palmadas y arreglos vocales que dan la sensación de escuchar una “Me has Olvidado” completamente renovada. Para este momento todos estamos felices, comenzamos a sentirnos satisfechos aunque hubo canciones que no sonaron, estamos contagiados de la belleza de la música.
El momento sublime vino con el fin tras haber incluido un fragmento de “Como te extraño” reinterpretada por Café Tacuba hace unos años, comenzando “Universo 2”, que es gloriosa, majestuosa, perfecta para cerrar el show. Para este concierto se prolongó por aproximadamente quince minutos, guiada por las vocalizaciones de Lo Blondo, empezando los miembros de la banda a despedirse uno por uno para luego desaparecer unos minutos. Fueron momentos grandiosos, un trayecto en el que esa voz continuó incansable, invencible y hermosa a la vez, quedando sólo Lo Blondo y Oro de Neta sobre el escenario. Nuevamente lágrimas en los ojos, conmoción de tener enfrente tanta belleza que parecía inagotable, imitar el canto de las aves, llevar al máximo su esplendor para tener el final perfecto. Verdaderamente fue perfecto.
No hay duda de que son profesionales, talentosos, que reafirman con este extraordinario concierto su posición como una de las grandes bandas mexicanas de esta década. Es una maravilla de banda a la que el tiempo sólo les tiene preparadas grandes cosas.
Ginebra Dulce
7 Días
Oso Polar
Perla Blanca
Después
Casa Vacía
El Segundo
Criminal (a capella)
Casa Vacía
Atardecer en Parapente
Miércoles
Oro y Plata
Fieras
El Recuerdo
Bestia
Criminal
Un Año Quebrado
Velo de Novia
Me has Olvidado