Texto:: Edlin Castro @ed_staebroshka
Fotos: OCESA

Unos minutos después de las ocho de la noche del pasado 5 de noviembre, la gente comenzaba a impacientarse. La espera no fue demasiado larga, poco después las luces se apagaban totalmente y Paté de Fuá ya estaba en el escenario. Temas como “Ojos brujos”, “El tren de la vida” y “Los enanos negros de Praga” empezaron a llenar de una atmósfera un poco bohemia cada rincón del Teatro Metropolitan el lugar elegido para grabar su primer material discográfico en vivo que irá acompañado con un DVD.
Yayo González, líder y vocalista de la banda, después de dar la bienvenida al concierto, se detenía un momento para dar una breve introducción a las canciones que formaban parte de su nuevo álbum “Boquita pintada” y recordar algunos detalles de las piezas de sus dos álbumes anteriores “El tren de la alegría” y “Música moderna”. Su carisma y atención al público le conferían un toque muy íntimo a la presentación que el público agradecía con interminables aplausos, gritos afectuosos y coros efusivos.

El recorrido musical transportó a los asistentes por los sonidos más característicos de esta agrupación que mezclan el jazz, el folk y hasta un poco de tango mediante instrumentos tan variados como las guitarras, el contrabajo, el acordeón, el vibráfono, la marimba, la corneta y las percusiones. Las canciones progresaban entre “El fantasma enamorado”, “Con un ademán”, “Paloma cruel”, “Alice” y “Boquita pintada” entre otros éxitos y estrenos.
En medio de una producción escenográfica sencilla, el talento de estos seis músicos brillaba entre luces rosas, verdes y azules. Yayo González decía que la mayoría de las canciones estaban dedicadas e inspiradas por mujeres, y éstas irrumpían las acústica del recinto con gritos de emoción. En la pantalla sólo necesitaba resaltar un nombre: Paté de Fuá, acompañado quizá de algunas proyecciones de Charles Chaplin que hechizaban al público entre risas y cantos.




El momento de terminar llegaba y Yayo González lo anunciaba en medio de los gritos de negación de un público casi satisfecho. “Colegiala” comenzaba a sonar y Jorge Luri Molina sacaba a relucir los mejores movimientos de su famosa pelvis, continuaba “Lo que pudo ser”, “The pulent rag” y “Supermercado” como ejemplos de su buen ritmo. Entonces, el público estallaba sus coros y aplausos con “Celoso y desubicado” y “Nato a Barazra”, canciones con las cuales dejaban el escenario.


“Ya estábamos de aquel lado y nos dimos cuenta de que los extrañábamos mucho” dice Yayo al volver a interpretar algunos tracks más como “La canción de linyera” y “Muñeca” para abrir un espacio para presentar a cada miembro de Paté de Fuá mediante alguna de sus peculiaridades. Cerraba así este concierto con “Sin razón ni despedida”, dejando a los
asistentes verdaderamente complacidos y seguro bastante felices a la espera de un recuerdo material en un soporte más allá de la memoria.