Texto: Martha Naranjo
Fotos: Joel Carcámo


Es difícil poner en palabras todo lo que una mujer como Feist te hace sentir. Leslie Feist es una chica canadiense que antes de comenzar a tener fama con su proyecto solista ya colaboraba en varios proyectos memorables de Canadá. Su música podrá parecer ligera pero tiene mucho trabajo en el fondo y sobre todo mucha pasión.

Feist es conocida por lucirse en vivo y los conciertos de la semana pasada (12,13, 15 y 16 de Diciembre) en el Teatro Fru Fru no decepcionaron a nadie. A la hora en punto unos músicos que la acompañan salieron a musicalizar un corto animado, presentación que llevó en vez de grupo abridor. No mucho después salió ella misma con un grupo de músicos y un grupo de coristas. Feist con sus presentaciones en vivo demuestra que es una música más que talentosa. Toco muchas de sus canciones en arreglos especiales que superaban a los grabados en el disco y que no dejaban de fascinarnos a todos. Ella está consciente de lo que es un espectáculo en vivo e intenta sacar lo más que pueda de la experiencia y usarlo a su favor.


Leyó poemas, tradujo palabras con un diccionario que había comprado en la Lagunilla, dejó que sus coristas cantaran una cancioncita, organizó al público para cantar los coros en diferentes tonos, subió gente del público al escenario, interactuó con gente del público… su maravillosa y calurosa personalidad hicieron del evento un rato ameno lleno de música espectacular, risas y sonrisas. Tocando canciones muy conocidas como “I Feel It All”, “My Moon, My Man” y” Moshaboom” en versiones completamente diferentes y sorprendentes e incorporando canciones que no esperaríamos que tocara, el espectáculo no dejó de estar lleno de sorpresas, y esto no lo digo a la ligera que al menos yo soy una persona que no se sorprende fácil. El público estaba emocionado y extasiado por el evento y ninguno de los asistentes quería dejar que se bajara del escenario.


A las 12 de la noche se metió de la segunda vez que salía y ya cuando pensábamos que se había ido para siempre regresó para tocar “Intuition” en un momento íntimo pues fueron ella y su guitarra únicamente. Feist es una persona amena que en todo momento nos hizo sentir  como su estuviéramos en la sala de nuestras casas riendo y divirtiéndonos. En mi muy humilde opinión, este show fue por mucho mi concierto favorito del año y no me perderé por nada cualquier otra oportunidad de ver a la talentosa canadiense en vivo de nuevo.