Texto: La chica yeye
Fotos: OCESA

Todos muy formales, todos muy contentos, todos listos y ordenados. En un recinto que pareció insuficiente, los fans de Morrisey se dieron cita para disfrutar, de manera íntima al llamado "Divo de Manchester". Un evento donde los fans más entregados se dieron cita, donde lograron una comunión especial con el escenario, la intimidad logró momentos que resultarán inolvidables para los que fueron parte de esta noche.

La expectativa era alta, la impaciencia se podía ver en los rostros –hubo gente que estaba en los alrededores del recinto desde las 6 pm– y la emoción desmedida por los cientos que iban llegando poco a poco a la colonia Condesa. No se hacia nada más que hablar y escuchar de Morrisey en los alrededores, muchos discutían sobre cual era su canción favorita, si The Smiths por fin aceptarían una reunión en el Coachella o si el lugar estaría a la altura de la presentación. Dudas, conjeturas, platicas de banqueta, todo con el afán de hacer la espera más llevadera.


Cuando abrieron las puertas de El Plaza, la gente ya estaba agrupada y lista para tomar el mejor lugar de la noche. A las 10 de la noche, Morrisey y sus músicos salieron al escenario, la gente aplaudió sin parar y la primera canción del recital sonaba en el audio del lugar. "I want the one i can't have" se escuchaba y el público a coro acompañaba la canción.

La misma dinámica no cambio a lo largo del concierto, cada canción venía acompañada por el coro de los presentes, por la entrega de Morrisey y sus músicos, por una comunión que bien valió la espera a las afueras del recinto. El cantante, nunca dejó de lado la intimidad del recinto y la aprovechó para acercarse al público, para saludarlo y mostrarle su agradecimiento por abarrotar el lugar. La gente se sentí cercana a lo acontecido en el escenario


Todas las canciones del ex-vocalista de The Smiths eran cantadas por el público, verdaderos fanáticos de Morrisey. La noche parecía discurrir de manera normal, tal vez el único momento que le quitó ritmo al concierto fue la canción "Meat is murder", original de The Smiths; canción de protesta sobre el maltrato que tienen los animales criados para consumo humano. La proyección de visuales que muestran toda la crueldad y maltrato animal no fueron bien recibidas por algunos sectores del público, sin embargo fueron la manera en que Morrisey llevó a cabo su mensaje contra una causa que ha enarbolado a lo largo de los años. La música no esta peleada con los mensajes y menos con las ideologías de sus interpretes.


La noche continúo y un éxito musical tras otro se escuchaba. "Everyday is like sunday" recuperó al público del azoro provocado por los visuales, "Ouija board, ouija board" mantuvo en alto el ánimo alcanzado y "Scandinavia" nos preparaba para la recta final de la presentación. Después vino "Speedway" entre aplausos del público que presentía el final de la actuación del "divo de Manchester". Las despedidas y agradecimientos de parte del vocalista para dar paso a una carretada de aplausos, rostros de satisfacción y algunos llamados solicitando un poco más del artista. Después de un breve descanso las solicitudes se hicieron respetar y "Still ill" despedía la primera noche de Morrisey en El Plaza.


Se agradece la íntimidad del concierto, se agradece la participación y entrega de los fans de Morrisey, pero sobre todo se agradecen noches como estas, tan intensas que se encapsulan en nuestro recuerdo, fue una presentación maravillosa.

Setlist:

I Want The One I Can't Have (The Smiths song)
First Of The Gang To Die
When Last I Spoke To Carol
I'm Throwing My Arms Around Paris
You're The One For Me, Fatty
Black Cloud
Maladjusted
You Have Killed Me
One Day Goodbye Will Be Farewell
Meat Is Murder (The Smiths song)
Everyday Is Like Sunday
All The Lazy Dykes
Ouija Board, Ouija Board
I Know It's Over (The Smiths song)
Scandinavia
Speedway
Encore:
Still Ill