TXT: Rodrigo Neria
El actor mexicano Octavio Castro actualmente trabaja en la obra “Si nos Dejan” interpretando el personaje de Peligro, uno de los tres matones del Rey que intentan impedir que Paloma, hija del Rey, y José Alfredo consumen su amor. En Entrevista para Sindicato del Sonido nos comenta que considera que esta obra lejos de ser una comedia musical, comercial, superficial y pretender ser una simple estampa folclórica de México “Intenta recordarle al pueblo quienes somos, enseñarles todo el bagaje cultural que tenemos como sociedad y que hemos olvidado. Actualmente la imagen del país se reduce a un lugar de narcos y violencia. La gente no debe de olvidar la música, ella logra expresar nuestras raíces.”
Octavio Castro es una persona sencilla, su cabello chino y su permanente sonrisa al hablar logra crear empatía rápidamente. Ríe todo el tiempo, aunque por momentos guarda silencio cuando una pregunta es lanzada, piensa la respuesta, busca las palabras correctas.
Inicio en el teatro
Su casa es la UNAM, la preparatoria la cursó en el CCH Oriente y la terminó en cinco años, fue ahí donde comenzó a actuar en el colectivo TACO, organizado por los mismos alumnos. “En el CCH todo el tiempo hice teatro, por eso no entraba a clases y por eso lo acabé tan tarde” ríe como si fuera un acto de picardía. “Mi primer obra fue El Divino Luminosos, una leyenda maya sobre un personaje que debe encontrar unas semillas doradas para que el mundo siguiera con vida, ahí interpreté a Akukum.”
La formación recibida en el CCH, que siempre se ha considerado un lugar de “grilla” por su fuerte tendencia Marxista, determinó la labor que Octavio realizaría en el teatro “La UNAM me ha formado como persona, como actor y en ello fundo mi discurso, por eso, encontré en el teatro una forma de expresarme y ayudar a la gente. Protestar y comunicar las inconformidades del momento de una manera artística, diferente que ir a las marchas.”
Octavio ingresó al Centro Universitario de Teatro (CUT) sencillamente porque ya no tenía pase reglamentado “Cuando terminé, mi idea era estudiar diseño gráfico, pero sin el pase no lo lograría. Así que decidí dedicarme de lleno al teatro, y pues aposté a entrar al CUT”. Él sabía que era muy difícil quedarse en la mejor escuela de teatro de américa latina, pero su desfile por el TACO le otorgó un buen nivel ya que era una comunidad muy activa “Fuimos parte de un movimiento cultural en el CCH. Ulises Anel y Emilio Orihuela eran quienes organizaban todo el taller, aprendí mucho en ese tiempo”.
“Todo el proceso de audición al CUT fue muy tenso estresante y demandante, son muchas audiciones y entrevistas hasta que te quedas. Aún adentro estás en la mira de los maestros. Incluso hay gente que corren al segundo año.” Octavio habla con soltura, sus palabras emergen de su mente con claridad, hace algunas muecas como si el recordar lo lastimará, pero después vuelve a sonreír".
"Siempre he vivido de algo que tenga que ver con la actuación"
¿De quién provenía la motivación para ingresar al CUT?
“De mi” ríe “nada más yo me respaldaba, mi familia no tiene nada que ver con las artes, en ese entonces no entendían la magnitud de lo que el CUT era, ellos pensaban que era otra casa de cultura a las que siempre iba.” Cuando Octavio regresaba de una audición y les comentaba a sus padres que había pasado a otra etapa, ellos sólo le decían: que bien échale ganas. Los amigos del TACO eran los que le daban apoyo, ya que comprendían la importancia del CUT.
Para él la actuación siempre ha sido su forma de vida, nunca ha trabajado en algo que no fuera la actuación, ya sea de actor, productor o cobrando en la taquilla. “Nunca pensé que esta sería mi forma de vida, y nunca he pensado en buscar otra cosa.” Sentencia.
Su carreara ha oscilado entre el cine y el teatro, en el camino se topó con grandes personas que le ayudaron a desarrollarse. “A mis maestros del CUT, les debo lo que sé: Jorge Avalos, Mauricio García Lozano, José Ramón Enriquez, Sandra Pérez. Los a actores que en la vida me han enseñado mucho son Damián Alcázar y Ana Ofelia Murguía, a ellos les debo mi carrera en el cine. Con ellos estuve en mi primera película, Ave María, cuando me encontraba en el primer año de CUT. Sin las platicas con ellos y las clases de actuación en cine que me dieron, ya hubiera dejado esto.”
Sobre si prefiere cine o teatro él dice que es un inconforme “he hecho mucho cine y llevo mucho años haciendo cine, cuando estoy en cine y veo teatro digo ¡hay quiero hacer teatro! , y cuando estoy en teatro y veo cine digo ¡hay quiero hacer cine! Las dos son difíciles y se trabaja diferente, hay veces que en cine hay que hacer la toma a la primera porque así debe de ser, en El violín en la última toma de rodaje nos dice el director: esta toma tiene que quedar porque se está metiendo el sol y no hay más cinta. ¡Si no se hacía, la película quedaba incompleta!
Viajar, ir al cine, comer son actividades que puede realizar en la soledad, disfruta mucho observar a las personas, eso hace cuando viaje, no vista lugares turísticos, a esté joven actor le gusta convivir con la gente en su vida cotidiana.
“No tengo una vida como la tienen la gran mayoría de personas, con horario fijo y tiempo libre. Esta carrera es muy demandante, de veinticuatro horas, se mezcla el trabajo con la vida privada. Todo lo que hago repercute en ambos ámbitos. He dejado fechas importantes, no he estado con mi familia y amigos. No me es posible tener una relación de pareja normal porque nadie aguanta este ritmo: ir tres meses a un ensayo todo el día y solo llegar a dormir a casa.”
"Los personajes tienen mi experiencia de vida"
Como todos los hermanos cuando son pequeños, Octavio se la pasaban pelando con su hermano mayor, y claro como era más pequeño siempre buscaba la defensa de su mamá, ella reprendía a su hermano cuando Octavio llegaba a ella con la cara bañada de lágrimas. Entonces su hermano le comenzó a aventar a sus amigos, así ya no podría acusarlo a él. Una ocasión, cuando Octavio tenía cinco años, uno de los amigos de su hermano le aventó un puño de tierra en los ojos, él sintió tanta rabia e impotencia que agarró un puñado de tierra con su pequeña mano y con los ojos sucios e inundados de llanto lo persiguió.
Recordando esa escena de su infancia Octavio pudo interpretar el papel de Taradito en la cinta Fuera del Cielo. “Busco en los personajes lo que lo motiva, sus sentimientos y trato de buscar en mi una emoción similar a la que está viviendo el personaje, eso le pongo a los personajes, mi experiencia de vida. Taradito es un chavo con retraso mental, en una escena el Taradito está haciendo una pirámide de latas y otro personaje llega y se la tira con un uñazo. Él se pone a llorar. Por eso recordé algo de mi vida que me hiciera sentir impotencia y frustración”.
Otro método que utiliza es caminar y observar a la gente, en las calles busca al personaje y cuando por fin lo encuentra platica con él, intenta encontrar sus motivaciones ¿qué es lo que lo mueve? “Es un ejercicio que hago aunque no esté trabajando, observar a la gente y ver que particularidades tiene.”
“Los actores tenemos que hacer un ejercicio de vernos hacia adentro, buscar que sentimos, y ver qué es lo nos lleva a reaccionar de tal forma. ¿Qué me hace sentir ira, pasión, alegría? Comprender como yo reacciono para poder hacer que un personaje reaccione de forma similar.”
Comprometido con México
“La UNAM es la máxima casa de estudios, es el lugar al que pertenezco, cuando entré al CUT José Ramón Enriquez, director en ese tiempo, nos dijo: ustedes tienen una deuda muy fuerte con el pueblo de México porque sólo están pagando 500 pesos anuales, todo lo demás lo paga la gente de éste país y tienen que regresárselo.”
Esa es la razón por la cual Octavio se siente comprometido, y trata de hacerlo. Toda esta formación humanística de la UNAM y del CCH Oriente lo ha hecho un hombre con conciencia social. “Quiero ayudar a mi país. Estamos e sumergidos en un hoyo negro, nosotros como mexicanos tenemos que provocar un levantamiento, hacer que las cosas cambien por medio del arte y la revolución. Una revolución desde el trabajo para generar un cambio, yo intento hacerlo a través de la actuación.”