Texto: Axel Bárcenas “El rumor”
Fotos: Arisbeth Marquéz

El lago de Chapultepec rompió la monotonía al ritmo de Sr. Bikini. El sábado 29 de octubre en la casa del lago Juan José Arreola, situada en la primera sección del bosque de Chapultepec, se llevo a cabo la presentación de Sr. Bikini para ponerle sabor con olor a surf a  la tarde de un soleado sábado en la capital.
Pasado el medio día, a las orillas del lago de Chapultepec, un grupo de jóvenes  se arremolinaba bajo una carpa que los protegía de los rayos solares. El conglomerado denotaba un deseo de libertad,  expresado en movientes impacientes para alejar el estrés citadino y las ganas por ver en el escenario a sus ídolos.


Llegadas las 14 horas, los jóvenes, adultos y niños presentes, mostraron una actitud de misterio, clavando la mirada en un escenario sin personas vestido sólo con instrumentos, al tiempo que emanaba de las bocinas un tenue sonido que asemejaba una entrada nupcial. El misterio se rompió con el silencio al estallar un grito multitudinario, provocado por la entrada de cinco sujetos que parecían ser amigos de antaño de un público uniformado en mascaras de luchadores, como parte del rito que provocó Sr. Bikini en el templete.


"Asquerotrópic", fue el tema que arrojo a la inmovilidad al lago de Chapultepec. la canción puso a bailar a más de un luchador improvisado, sacando de ellos los movimientos menos rudos, menos técnicos pero sí mas estéticos. Los cuerpos ondeaban sus manos emulando el nado sobre el mar al tiempo que la cabeza se movía de lado a lado.

El baile dejo de ser personal para ser de dominio grupal en un círculo en el cual todos bailaban entre empujones, saltos y alaridos, al compás de "Calipso a go go". La tranquilidad se perdió en un laberinto de piernas  y antebrazos que se golpeaban sin intentar lastimarse. El sol buscaba como integrarse al baile pero el gran domo blanco le impedía ser partícipe del cansancio que pudiera presentar el baile provocado por Sr. Bikini; quien con temas como "Nigth mare in Mazatlán" y "Estrella" (interpretados en acústico) dieron paso a la relajación y a un baile similar al de palmeras acariciadas por el viento.


La tranquilidad evoluciono drásticamente con la canción "Fuera ropa", la cual fue motivo de locura para los presentes. La canción provocó un mar de persona, que como las olas del mar iba y venía. No sólo los fans crearon la ola, fue también la intervención de adultos, niños y mujeres quienes incorporaron la marejada.
El momento de mayor emotividad llego con la canción "Estrella", cuya interpretación acústica fue dedicada personalmente a todas las mujeres que con su presencia dilataron las pupilas del cielo. La canción motivó los besos y abrazos de muchas parejas,  pero sobre todo desmotivo a los prejuicios de las féminas quienes, ante su júbilo, desfilaron moviendo su brazos, mientras eran levantadas en los brazos de alguien más, mirando el techo del domo de lona; cerrando los ojos y moviendo los brazos como queriendo alcanzar las estrellas.


Con la puntualidad con la que el sol se oculta en el mar llegado el ocaso, Sr. Bikini se retiró del escenario, no sin antes dar a su público el último gran obsequio de la tarde. Saca la chela, fue quizás el tema más esperado por los ídolos del surf,  quienes impulsados por la felicidad desenfrenada despidieron a los enmascarados gritando un fragmento de la canción: “en el ring luchaba Sr. Bikini ídolo de la afición”.
Una tarde tropical esculpida por el surf de Sr. Bikini, enmarcada por un sol que descansaba sus rayos solares en el lago de Chapultepec,  hizo olvidar la monótona selva de asfalto a cambio de un mar de personas, que se vio surcado por la tabla de surf de un señor, un Sr. Bikini.