El Imperial me recibió con una larga fila, enorme, a veces desesperante. En la fila me encuentro con gente conocida, todos compartimos el gusto de ver a The Plastics, todos esperando el regreso de estos muchachos. Mientras avanza la fila la conversación se va tornando interesante, critícas a la escena local, cambio de anécdotas y mucho más.

Justo a la entrada me encuentro con el primer grupo, el telonero de esta noche: Los Vesspa. Una banda que busca abrir camino en los escenarios, ya prontos a sacar su primer material. A primera vista parecen una banda más de esas que no proponen mucho. Ya poniendo algo más de atención parece ser que si traen una propuesta medianamente interesante, se les pasa por ser una agrupación medianamente nueva. Sus canciones van más hacia el rock melódico y fácil de vender. Suenan bien, les falta más trabajo. A final de cuentas lograron entretener a sus fans y amigos presentes. De rescatar un sencillo con colaboración del guitarrista de Nortec: Bostich & Fussible.

Ya después la gente se aglutino para ver a The Plastics Revolution. No cabía nadie más alrededor del escenario. Muchos con lentes de cartón de colores, haciendo juego con la temática de la agrupación. Cuando subieron al escenario, los Plastics volvieron a irradiar alegría. Se siente la buena vibra que hay entre este grupo de amigos, se escucha en su música, se ve en el escenario. Eso me hace admirarlos mucho más.

Tocaron varias canciones de su disco homónimo, "Cars from Mars", "So the Wait", "Light of Day" y su nuevo sencillo "Kibera". Con un buen audio, con una excelente ejecución mi única queja fue la duración del evento. Espere tanto para volver a ver a los Plastics que el show se me hizo muy corto. Desfortunadamente por cuestiones académicas estos chicos volverán a esperar una larga temporada para presentarse en un escenario. Los extrañaremos, extrañamos su magia, su alegría. Gente como ustedes no se ve todos los días en México.