Amador es un personaje complejo, un reflejo del interior de un ser humano que también ama, que también sufre. Vive y muere por el amor, como todos, como tú, como yo. Amador es el segundo personaje de Adanowsky, el justo medio de lo que será una trilogía de personajes/historias que nos harán experimentar diferentes sentimientos. Justamente uno de ellos fue explotado en este show, el amor, el triste pero sabroso sentido de amor.

Con un Pasagüero lleno, como hace mucho no lo veía, Adanowsky se lanzó al templete con la intensión de enloquecer a su público, de hacerlo vibrar con lo mejor de su disco Amador. Las canciones fueron coreadas, los gritos de "papacito" salieron de las gargantas, los cuerpos sudados intentaban moverse, las manos buscaban tocar al hombre que arranco aplausos, y suspiros.

"Niña Roja" fue recibida y cantada por las casi mil personas que asistieron; "Saber Amar" arranco gritos de euforia; "You Are The One" levanto las palmas para acompañar la canción. Pero como todo hubo un aguafiestas, el Ídolo, primer personaje de Adanowsky regresó por momentos para ponernos a bailar sin parar. "Estoy Mal" y "Estrella Inmortal" fueron parte del regreso momentáneo.

Como todo espectáculo que merezca recordarse, Adanowsky subió al escenario a una asistente para cantarle al oído, para hacerla complice de la seducción vocal. Fue la envidia de muchas. Otro gran detalle de la noche fue que un asistente del público festejaba su cumpleaños, acto que Adan aprovecho para poner a todo el Pasagüero a cantarle las mañanitas. Sin duda alguna tu visión de la escena musical cambia después de ver un show de Adanowsky. Imperdible, sencillamente imperdible.