Texto:Fernando González Bastida (Twitter: @FerGless)
Fotos: Mónica Vázquez

Fue una velada mágica en donde cientos de personas nos dimos cita para escuchar a una de las bandas más representativas que tiene nuestro país.

La Barranca se presentó la noche del viernes 2 de diciembre en el Pasagüero de la Ciudad de México para seguir con los trabajos de promoción de su última producción discográfica llamada ‘Piedad Ciudad’ (Fonarte Latino – 2010), título que le sigue a ‘Providencia’ (Fonarte Latino – 2008).

El grupo comandado por José Manuel Aguilera y Federico Fong subió al escenario para deleitar a todos sus seguidores con canciones que hicieron que los sentidos se volvieran uno solo para convivir armoniosamente con las notas que los músicos ejecutaban con una notable y estremecedora maestría.


La agrupación, formada en el año de 1994, le rindió un merecido homenaje al Distrito Federal en un lugar tan icónico como el Centro Histórico, dentro del recinto de Motolinía #33, ante muchas de las personas que tienen a La Barranca en un sitio de culto.

De acuerdo con los propios integrantes de la agrupación, lo caótico que puede resultar vivir en la capital del país fue un factor determinante para que viera la luz este último larga duración, así como también influyó la obra del pintor Pedro Friedeberg, por lo que todos los elementos se combinaron adecuadamente para vivir una noche única bajo las luces que cobijaron el trabajo que hicieron las delirantes guitarras, el preciso bajo y la potente batería, así como la penetrante voz que dio vida esa noche a canciones que definitivamente emanan poesía pura.

Aguilera tomó el mando desde el comienzo y no lo soltó jamás. Nos llevó a un viaje sonoro en el cual fueron varios los momentos destacados, pero definitivamente cuatro piezas mostraron lo que significa La Barranca hoy en día.


‘El Fluir’ comenzó con el misticismo y con la integración entre el público para llevar de la mano el concierto a buen puerto.

‘Como Una Sombra’ hizo recordar los tiempos en los que este proyecto musical iba afianzándose. Y la rola no desentonó en ningún momento, aunque sí fue una grata sorpresa, pues se trata de un tema que vio la luz en 1997.

Para cuando uno de los cortes más recientes llegó, los fans no olvidaban que estaban acompañados de un sonido bien trabajado, contundente y soberbio. ‘La Lengua Del Alma’ trazó el clímax que abrazó uno de los episodios cumbres.

‘Zafiro’, tema dedicado a la cantante Toña La Negra y su pasado con Agustín Lara en Veracruz, emanó la tempestad necesaria para acceder a un mundo en donde la historia termina de un modo épico que corresponde a la grandeza de lo que cuenta.

Con esto, La Barranca no dejó dudas en los asistentes al Pasagüero, quienes con ensordecedores aplausos abrocharon una presentación digna de lo mejor que ha tenido nuestro país musicalmente hablando.

A fin de cuentas, fue una velada mágica que nos transportó a sensaciones que muy rara vez se pueden sentir; sensaciones que aparecen pocas veces en la vida; sensaciones que no dudan en afirmar que presenciamos uno de los conciertos clave en lo que va de este 2011.

Casi 18 años después de su fundación, La Barranca sigue cumpliendo con el objetivo de realizar música honesta y sin pretensiones que enriquecen los momentos más geniales y maravillosos de nuestra vida.