Fotos Abril Tovar
"Dios tu sexo esta en fuego", con esa contundente frase, un ritmo melodiosamente cumbianchero y un Salón Los Ángeles con una excelente entrada fuimos recibidos para el Bailongo 2012. El primer intento de hacer una pequeña festividad donde reunir a los mejores exponentes de la electrocumbia fue un éxito.
Para esta primera oportunidad reunieron un cartel de buenas proporciones: Los Master Plus, Tropikal Forever, El hijo de la cumbia, Camilo Lara, Toy Selectah y Celso Piña; un festín imperdible para todos aquellos amantes del nuevo movimiento cumbia-kitsch mexicano. La cumbia rompe barreras y así como en el lugar estaban las asiduas parejas excelentemente vestidas para la ocasión, también había cientos de jóvenes con un outfit para ir al antro o algunas familias completas de la Guerrero, emocionadas por ver por primera vez a Celso Piña.
La primera agrupación de la noche, Los Master Plus, pusieron a bailar a todos los que llegaron temprano a la cita. Con el ritmo peculiar que ha tomado este dueto, lograron que se empezaran a formar parejas de baile. Entre risas y gritos de apoyo se escuchó "Una vez más" y "Nena" otroras éxitos de Daft Punk y Modjo, hoy parte del soundtrack de una noche de cumbia. El dueto de los eternos bigotes se despidieron de la gente agitando sus sendos sombreros, la fiesta tomaba una pausa, las piernas habían pasado el calentamiento y las parejas estaban listas para seguir bailando.
La gente se agrupaba en las afueras del Salón Los Ángeles, las fila de entrada tomaba una proporción de varias decenas, todos querían apurarse a ingresar, el motivo era una de las agrupaciones más deliciosas de la actualidad, Tropikal Forever. El escenario se convirtió en una máquina del tiempo aderezada con colores y un performance que puede caer en la ridiculez; "esto es cumbia carajo, no payasadas" se escuchó decir a un hombre de avanzada edad.
Para la mayoría de los asistentes, la agrupación tropikal es fiesta, baile, comedia, rememorar los viejos hits de los ochentas con letras que invitan a la burla, la risa, el baile, la cachondez, celebremos la vida, disfrutemos la fiesta que ya llegaron los Tropikal Forever. Lo que ocurría en el escenario era digno de una fiesta de barrio: luces de colores, globos en forma de guitarra y micrófonos, colores, sonrisas y peinados volando por los aires, una fiesta que continuó al grito de "No hay luz", "Los ovnis" y "Alberca". Aplausos y fiesta, piernas cansadas y gargantas buscando rehidratarse, el saldo común de bailar sin parar.
El resceso llegó con El Hijo de la cumbia, DJ argentino que combina la cumbia villera con el sonido electrónico. La gente respondió con más calma a su presentación, tal vez por el cansancio, tal vez esperando guardarse para el final de la noche. La música y el baile continuó, las filas de las bebidas eran cada vez más grandes y el asombro general era ver a mucha gente aún accesando al lugar. El Salón Los Ángeles revivió sus mejores épocas.
Con un lugar repleto de gente, Camilo Lara subió al escenario. El líder del IMS preparó su consola para poner a bailar a todos, ritmos caribeños, cumbias de la mitad del siglo XX, sonidos electrónicos y mucha pasión por la música. Esta noche la suerte no estaba con Camilo, de repente el audio falló, la música paró y la rechifla no se hizo esperar. Pausa obligada que rompió el ánimo fiestero de muchos, las filas se alargaban nuevamente en las bebidas, nunca nos dimos cuenta cuando regresó el audio. El daño estaba hecho y la gente se mostró molesta con la falla en el audio.
Para continuar con la representación de Monterrey, Toy Selectah arribó al escenario. El conocido productor y DJ no escatimó esfuerzos para poner a bailar a los presentes. Cumbia rabiosa, rápida, candente, sonidos electrónicos y el grito "arriba Monterrey" provocaron que la gente bailara sin cesar. "Allá en Monterrey fue Celso Piña quien nos enseñó la cumbia, ¿quién quiere ver a Celso Piña?" gritó al micrófono Toy Selectah, la gente levantó las manos en aprobación y se desvivió en aplausos al ex Control Machete. El final de su set llegaba y agradeciendo al público le daba paso a la Ronda Bogota, la agrupación de Celso Piña.
Las señoras se lanzaron hacia adelante, tratando de acercarse lo más posible al escenario, las parejas de adultos mayores tomaban su lugar, el Salón Los Ángeles se preparaba para recibir a Celso Piña. En el momento que apareció el oriundo de Monterrey, las palmas no pararon, las parejas esperaron la señal del acordeón y, al primer acorde, comenzó la fiesta. No importó la edad, ni el cansancio, ni siquiera si eras de la Guerrero o de la Condesa, importaba el sonido que emergía del escenario, la personalidad del "Rebelde del acordeón", la música que durante más de una hora hizo bailar a todo el mundo; la cumbia es un ritmo universal, un ritmo rebelde, Celso Piña es su inmortal apóstol.